Diagnóstico
El diagnóstico del síncope vasovagal suele comenzar con un examen físico. Durante el examen físico, el profesional de atención médica escucha tu corazón y te toma la presión arterial. También te puede masajear las arterias principales del cuello para ver si eso hace que te desmayes.
El profesional de atención médica también podría recomendar varios análisis para descartar otras causas posibles de tus desmayos, en particular, afecciones relacionadas con el corazón. Estas son algunas de esas pruebas:
- Electrocardiograma. Esta prueba registra las señales eléctricas que produce el corazón. Puede detectar ritmos irregulares del corazón y otras afecciones cardíacas. Es posible que debas usar un monitor portátil durante un día (como mínimo) o un mes (como máximo).
- Ecocardiograma. Esta prueba utiliza imágenes de ecografía para ver el corazón y buscar afecciones, como problemas de válvulas, que pueden ocasionar el desmayo.
- Prueba de esfuerzo con ejercicio. Esta prueba estudia los ritmos cardíacos durante el ejercicio. Por lo general, se realiza mientras caminas o corres en una caminadora.
- Análisis de sangre. El profesional de atención médica puede buscar afecciones, como anemia, que pueden ocasionar desmayos o contribuir a estos.
- Prueba de la mesa basculante. Si no se detectan afecciones cardíacas que sean la causa del desmayo, el profesional de atención médica podría sugerir que te sometas a la prueba de la mesa basculante. Durante la prueba, te recuestas boca arriba sobre una mesa que cambia de posición y se inclina hacia arriba con diferentes ángulos. Un técnico vigila los ritmos de tu corazón y tu presión arterial durante la prueba para ver si los cambios posturales los afectan.
Tratamiento
En la mayoría de los casos, el síncope vasovagal no requiere tratamiento. El profesional de atención médica puede ayudarte a entender qué factores desencadenan el desmayo y hablar sobre las distintas formas de evitarlos.
Si el síncope vasovagal interfiere en tu calidad de vida, el profesional de atención médica puede sugerir que pruebes con uno o más de los siguientes remedios:
- Medicamentos. Un medicamento llamado acetato de fludrocortisona, que se utiliza habitualmente para tratar la presión arterial baja, puede ser útil para prevenir el síncope vasovagal. Se pueden usar también inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.
- Tratamientos. El profesional de atención médica puede recomendarte formas de disminuir la acumulación de sangre en las piernas. Estas pueden incluir hacer ejercicios con los pies, utilizar medias de compresión o tensar los músculos de la pierna mientras estás de pie. Es posible que debas aumentar la sal en la dieta si no sueles tener hipertensión arterial. Evita estar de pie mucho tiempo, en especial en lugares calurosos y llenos de gente, y bebe mucho líquido.
- Cirugía. En casos muy poco frecuentes, la introducción de un marcapasos eléctrico para regular los latidos del corazón es beneficiosa para personas con síncope vasovagal que no respondieron bien a otros tratamientos.
Preparación para la consulta
Es una buena idea prepararse para la cita médica a fin de aprovechar al máximo el tiempo con el profesional de atención médica.
Qué puedes hacer
- Anota los detalles de los síntomas, incluso cualquier desencadenante que pueda haber hecho que te desmayaras.
- Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas y los suplementos que tomes.
- Anota las preguntas que desees hacer, incluso sobre las pruebas y los tratamientos posibles.
Qué esperar del médico
Preguntas que podría hacer el profesional de atención médica:
- ¿Qué estabas haciendo justo antes de desmayarte?
- ¿Qué síntomas, si los hubo, tuviste antes de desmayarte?
- ¿Habías tenido desmayos antes? De ser así, ¿qué estabas haciendo antes de desmayarte en esa oportunidad?
- ¿Empezaste a tomar medicamentos nuevos recientemente?
- ¿Tuviste alguna vez una lesión en la cabeza?
- ¿Tienes algún familiar que haya fallecido repentinamente por una afección del corazón?