Tumor fibroso solitario
Los tumores fibrosos solitarios son proliferaciones de células y pueden presentarse en casi todas las partes del cuerpo. Estas protuberancias (llamadas tumores) comienzan a formarse de las células en el tejido conectivo, que sostiene a otros tejidos del cuerpo. Los tumores fibrosos solitarios son muy poco frecuentes. Por lo general, afectan a adultos mayores.
Los tumores fibrosos solitarios, en la mayoría de los casos, se forman en la pleura, que es el revestimiento de la parte externa de los pulmones. Los tumores fibrosos solitarios que se producen en la pleura se denominan tumores fibrosos solitarios pleurales. Estos tipos de tumores también se han encontrado en la cabeza y el cuello, el abdomen, el pecho, los riñones, la próstata, la médula espinal y otras partes del cuerpo.
Los tumores fibrosos solitarios tienden a crecer lentamente. Puede que no causen síntomas hasta alcanzar un gran tamaño. Los síntomas dependen del lugar del cuerpo donde crece el tumor. Si crece en los pulmones, los síntomas pueden ser tos y falta de aire.
El tratamiento de los tumores fibrosos solitarios suele consistir en una cirugía para extirpar el tumor. A veces, el tumor vuelve luego de la cirugía o se disemina en otras partes del cuerpo. Los profesionales de atención médica les asignan a los tumores fibrosos solitarios una categoría de riesgo que indica la probabilidad que tienen de que aparezcan de nuevo o se diseminen. Los tumores fibrosos solitarios pueden ser de riesgo bajo, intermedio o alto. El riesgo se basa en diferentes factores como la edad, el tamaño del tumor y cómo se ve en un microscopio.
Síntomas
Los signos y síntomas del tumor fibroso solitario pueden depender de dónde aparezca el tumor. Los tumores fibrosos solitarios suelen crecer tan lentamente que no causan síntomas durante algún tiempo. Suelen aparecer alrededor de los pulmones, el abdomen, y la cabeza y el cuello.
Algunos síntomas de un tumor fibroso solitario en los pulmones o alrededor de ellos:
- Dolor en el pecho
- Tos
- Tos con sangre
- Hinchazón de los dedos de las manos o de los pies, denominada acropaquia
- Falta de aire
- Hinchazón en la parte inferior de las piernas
Algunos síntomas de un tumor fibroso solitario en el abdomen incluyen lo siguiente:
- Dolor abdominal
- Estreñimiento
- Pérdida involuntaria de orina
- Micción dolorosa
- Micción frecuente durante la noche
- Vómitos
Algunos síntomas de un tumor fibroso solitario en la cabeza y el cuello incluyen lo siguiente:
- Ojos protuberantes
- Lagrimeo frecuente
Los tumores fibrosos solitarios que se producen en otras partes del cuerpo pueden causar bultos o masas indoloras.
Cuándo debes consultar a un médico
Programa una cita con un médico u otro profesional de atención médica si tienes síntomas continuos que te preocupan.
Causas
Se desconoce la causa de los tumores fibrosos solitarios, pero se originan cuando las células presentan cambios en su ADN. El ADN de una célula contiene las instrucciones que le indican lo que debe hacer. En las células sanas, el ADN da las instrucciones para que crezcan y se multipliquen a un determinado ritmo. Las instrucciones les indican a las células que deben morir en un momento determinado. En el caso de las células tumorales, los cambios en el ADN hacen que las instrucciones sean diferentes; Los cambios indican a las células tumorales que proliferen y se multipliquen rápidamente. Esto causa un exceso de células.
Por lo tanto, se podría formar un bulto llamado tumor. El tumor fibroso solitario puede crecer hasta presionar los vasos sanguíneos y el tejido corporal sano. En raras ocasiones, las células pueden desprenderse y diseminarse a otras partes del cuerpo, lo que se denomina metástasis.
Factores de riesgo
El principal factor de riesgo de los tumores fibrosos solitarios es la edad avanzada. Los tumores fibrosos solitarios son más comunes entre los 50 y los 70 años.
No hay manera de prevenir los tumores fibrosos solitarios.
Diagnóstico
Entre las pruebas y los procedimientos que se utilizan para diagnosticar tumores fibrosos solitarios, se incluyen los estudios por imágenes y un procedimiento para eliminar un poco de tejido con el fin de analizarlo (esto se llama biopsia).
Estudios por imágenes
Estos estudios por imágenes consisten en tomar imágenes del cuerpo. A través de esas imágenes se puede ver dónde se encuentra el tumor fibroso solitario, su tamaño y si se ha diseminado a otras partes del cuerpo. Los estudios por imágenes para comprobar la existencia de tumores fibrosos solitarios pueden incluir resonancias magnéticas, radiografías, tomografías computarizadas, ecografías y tomografías por emisión de positrones.
Biopsia
Una biopsia es un procedimiento que consiste en extraer una muestra de tejido para analizarla en un laboratorio. El tejido puede extirparse utilizando una aguja que se inserta a través de la piel hasta llegar al tumor. En ocasiones, se requiere una cirugía para tomar la muestra de tejido.
La muestra se analiza en un laboratorio para determinar si es cáncer. Médicos especializados en el análisis de la sangre y el tejido del cuerpo, llamados patólogos, realizan la prueba. Hay otras pruebas especiales que proporcionan más detalles sobre el tumor. El equipo de atención médica tiene en cuenta esta información para crear un plan de tratamiento.
Tratamiento
A menudo, el tratamiento de los tumores fibrosos solitarios implica una cirugía. Otros tratamientos podrían incluir radioterapia, quimioterapia y terapia dirigida.
Cirugía
Generalmente, la cirugía es el único tratamiento necesario para un tumor fibroso solitario. El cirujano extirpa el tumor y una pequeña cantidad del tejido sano que lo rodea. El tipo de operación utilizada para extirpar un tumor fibroso solitario depende de la parte del cuerpo donde se encuentre.
Se pueden usar otros tratamientos después de la cirugía para reducir el riesgo de que el tumor regrese. Estas otras opciones de tratamiento son la radioterapia o la quimioterapia.
Radioterapia
La radioterapia utiliza potentes haces de energía para destruir las células tumorales. La energía puede provenir de rayos X, protones u otras fuentes. Durante la radioterapia, permaneces acostado sobre una camilla mientras una máquina se mueve a tu alrededor. Esta máquina dirige la radiación a puntos específicos de tu cuerpo.
La radioterapia puede utilizarse antes de la cirugía o después de esta con el fin de reducir el riesgo de reaparición del tumor fibroso solitario. A veces se utiliza radioterapia en lugar de cirugía. Esto puede ocurrir si el tumor está en un lugar en el que no es seguro hacer una intervención quirúrgica.
Quimioterapia
La quimioterapia utiliza medicamentos fuertes para destruir las células tumorales. Para los tumores fibrosos solitarios, podría usarse quimioterapia si el tumor se ha diseminado o no se puede extirpar con cirugía.
Terapia dirigida
La terapia dirigida utiliza medicamentos que atacan las sustancias químicas específicas dentro de las células tumorales. Mediante el bloqueo de estas sustancias químicas, los tratamientos dirigidos pueden eliminar las células tumorales. La terapia dirigida podría usarse si el tumor fibroso solitario se ha diseminado a otras partes del cuerpo.
Preparación para la cita médica
Programa una cita con un médico u otro profesional de atención médica si tienes algún síntoma que te preocupe. Si tu profesional de atención médica cree que puedes tener un tumor fibroso solitario, es probable que te remita a un especialista. Los especialistas que brindan atención médica a las personas con tumores fibrosos solitarios incluyen los siguientes:
- Médicos especialistas en cáncer, llamados oncólogos.
- Cirujanos que efectúan operaciones de los pulmones y el pecho, denominados cirujanos torácicos.
- Cirujanos que hacen operaciones en el cerebro y los nervios, conocidos como neurocirujanos.
- Cirujanos que operan el abdomen, llamados cirujanos generales.
Las citas médicas pueden ser breves, de modo que llegar preparado puede resultar útil. A continuación, encontrarás información que te puede ayudar a prepararte:
Qué puedes hacer
Cuando programes la cita, pregunta si debes hacer algo para prepararte, como ayunar antes de una prueba determinada.
Prepara una lista de lo siguiente:
- Tus síntomas, incluidos aquellos que no parezcan relacionados con el motivo de la cita médica.
- Información personal crucial, incluidos momentos de gran estrés, cambios recientes en tu vida y antecedentes médicos familiares.
- Todos los medicamentos, las vitaminas u otros suplementos que tomes y las dosis.
- Preguntas para hacerle al médico.
Si es posible, pídele a un familiar o amigo que te acompañe para que te ayude a recordar la información que recibas.
En el caso de los tumores fibrosos solitarios, algunas preguntas básicas para hacer al médico incluyen las siguientes:
- ¿Tienen que hacerme más pruebas?
- ¿Cuáles son mis opciones de tratamiento?
- ¿Cuáles son los posibles riesgos de estas opciones de tratamiento?
- ¿Alguno de los tratamientos impide que el tumor vuelva a aparecer?
- ¿Puedo llevarme una copia de mi informe de patología?
- ¿Cuánto tiempo puedo tomarme para considerar mis opciones de tratamiento?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
- ¿Qué pasaría si decido no someterme al tratamiento?
No dudes en hacer otras preguntas.
Qué esperar del médico
Es probable que el profesional de atención médica te haga preguntas sobre tus síntomas, como estos:
- ¿Cuándo comenzaron los síntomas?
- ¿Han sido los síntomas continuos u ocasionales?
- ¿Cuál es la intensidad de los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca empeorarlos?